Tomado de la colección Almanaque Mundial editado en España, editada en la década de los 90. Su director Carlos Román, en su editorial presenta un trabajo con un equipo de excelencia tomando la casuística ovni en el contexto de la negación de los hechos de mano directa de LA CIA.
Establece a los medios de comunicación establecidos aquellos medios masivos, como herramienta básica para realizar una tarea exacta en la divulgación de estos temas con los datos exactos evitando liberarlo a la especulación.
Hoy te alcanzamos el caso Brasil del año 1952, tomado desde la investigación en el detalle.
A saber:

El 7 de mayo de 1952, el fotógrafo Ed Keffel y el reportero Joäo Martins se dirigían a Barra de Tijuca para realizar un encargo de trabajo para la revista O Cruzeiro.
Alrededor de las 4:30 de la tarde, Martins descubrió un objeto volador no identificado que se movía rápidamente hacia ellos. Martins pensó primero que se trataba de un avión, pero pronto se dio cuenta que el objeto se desplazaba lateralmente. Entonces alertó a Keffel, quien tenía su cámara en la mano, para que tomara rápidamente una foto. Keffel logró tomar cinco fotos en el lapso de un minuto.
Las fotos fueron publicadas en la revista O Cruzeiro en su edición del 24 de mayo de 1952., y ulteriormente fueron investigadas por la Fuerza Aérea brasileña.
El avistamiento fue corroborado por otros testigos quienes, el mismo día, también habían observado un disco volador en la vecindad de Barra de Tijuaca.
En 1950, siete años después del incidente, la Fuerza Aérea declaró públicamente que las fotos eran auténticas. Fernando Cleto, funcionario del Banco del Brasil, anunció ese resultado en un programa de la televisión brasileña llamado EL Enigma del Espacio. El mismo Cleto, veterano investigador de ovnis, había conducido el estudio bajo los auspicios de la Comisión Brasileña de Platillos Voladores, entidad organizada por la Fuerza Aérea del Brasil bajo el mando del coronel Joäo Adil de Olivero.
Una declaración personal escrita por Martins y firmada y también por Keffel dio credibilidad al avistamiento. En la declaración de Martins se leía lo siguiente: “por este medio, confirmo que en mayo de 1953 vi un objeto volador no identificado en Barra da Tijuca, tal como fuera publicado en esa época, con todos sus detalles en la revista O Cruzeiro. Conmigo se encontraba el reportero y fotógrafo Ed Keffel, profesional exitoso y respetado por su honestidad y seriedad, quien logró tomar varias fotografías del objeto. Las fotos fueron también publicadas por la revista mencionada para la que ambos trabajábamos en esa época.
“Además de periodista soy ingeniero y tengo conocimiento y experiencia en meteorología, astronomía y fenómenos ópticos. Tengo experiencia en todos los tipos conocidos de naves aéreas y puedo declarar que el objeto referido no correspondía a ningún fenómeno natural o aeronave de mi conocimiento.
“Ni Ed Keffel ni yo tratamos de sacar algún provecho financiero del hecho. En esa época estábamos contratados por la revista indicada y a ella le entregamos muerto reportaje como las fotografías sin que ninguno de nosotros dos recibiera bono extra alguno. Tampoco recibimos o deseamos ningún pago de nadie por el relato o por las fotos…Yo relaté los hechos en conversación libre con las autoridades militares y frente a un auditorio universitario.
“No sé que era el objeto y por eso lo calcifiqué en la categoría de objeto volador no identificado, comúnmente llamado platillo volador. El incidente, con todo y las molestias que me ha traído, logró llamar mi atención sobre el tema. Consecuentemente, he desarrollado investigaciones desinteresadas respecto a los avistamientos ocurridos aquí en Brasil y en el extranjero…Las críticas, la negación de los hechos o las polémicas por quienes desconocen el tema o lo conocen a medias o a través de publicaciones de tercera categoría, que generalmente son incorrectas, pueden solo deberse a la intolerancia o a un propósito deshonesto… Soy un profesional que no ha basado su carrera sobre ese reportaje, ni dispongo del tiempo para perderme en debates estériles. Simplemente reporté lo que vi, y lo que tenia que decir ha sido dicho ya.”