
En 1976, un grupo de exploradores, entre ellos el propio Neil Armstrong —el primer hombre en pisar la Luna—, se internó en los misterios de la Cueva de los Tayos, en Ecuador.Buscaban algo más que formaciones rocosas: intentaban desentrañar uno de los grandes enigmas de la humanidad.¿Qué secretos guardaba esta cueva? ¿Qué conexión ancestral había entre sus túneles y nuestros orígenes? Hoy, 50 años después, sentimos que es tiempo de volver.No sólo...